La Organización Iberoamericana de Seguridad Social apoya los avances frente al cambio climático y sus consecuencias sobre la salud laboral y la protección social en los países Iberoamericanos.
Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo en 2024, dedicado a las repercusiones del cambio climático en la seguridad y salud en el trabajo, la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social (OISS) como organismo internacional, reitera su compromiso con esta iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo y del resto de instituciones internacionales en esta materia.
La OISS manifiesta su preocupación por este procesoque genera importantes consecuencias para las personas, las sociedades, la naturaleza, la biosfera y los ecosistemas y que se sitúa como la principal amenaza para la salud mundial del siglo XXI. La Organización Iberoamericana de Seguridad Social reconoce que el riesgo derivado del cambio climático compromete el futuro de la humanidad, con efectos para la ciudadanía en términos de pobreza, menoscabo de su bienestar e inequidad social.
Nuestra región, con su riqueza y diversidad natural, se ve comprometida por este fenómeno que ya está intensificando los fenómenos climáticos extremos, con aumento de temperaturas, sequías, inundaciones, huracanes, elevación del nivel de los océanos y deterioro de la biosfera, dando lugar a efectos indirectos en la salud y en las personas: degradación de las condiciones y determinantes de salud, aumento de las enfermedades respiratorias, cardiopulmonares e infectocontagiosas, así como las enfermedades transmitidas por vectores o mediante los sistemas socioeconómicos, problemas de abastecimiento de agua, desnutrición por descensos en la producción agrícola, desplazamientos y fenómenos migratorios forzosos, incremento de las enfermedades mentales, etc…
Para ello, la OISS suscribe las líneas políticas que desarrolla el Programa para el Medio Ambiente de la ONU para América Latina y los resultados de las deliberaciones del Foro de Ministras y Ministros de Medio Ambiente, consistentes en articular una respuesta efectiva al cambio climático y al calentamiento global para construir resiliencia frente a desastres y conflictos climáticos, fortalecer la gobernanza ambiental, promover la eficiencia en la utilización de recursos y apoyando el buen manejo de los ecosistemas. Asimismo, considera necesario que se produzca una armonización de las políticas climáticas de los diversos países.
Del mismo modo, y en el ámbito de la protección social, la OISS considera que es preciso incorporar en la acción protectora y preventiva de las autoridades, instituciones y organismos de Seguridad Social de Iberoamérica, políticas públicas en materia de sostenibilidad que aborden los efectos del calentamiento global en la ciudadanía, en términos económicos, de bienestar, de equidad, asistenciales, de salud y de sus determinantes, así como en materia de riesgos laborales.
La OISS subraya la necesidad de reforzar los sistemas de protección social y de salud pública, así como las políticas en materia de prevención de riesgos laborales y salud en el trabajo, acompañándolas de iniciativas públicas de sensibilización y de acciones para alcanzar las metas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en materia climática, de salud, trabajo decente y bienestar social, a través de la implantación de medidas efectivas de mitigación y adaptación al cambio climático.
La OISS, como organismo internacional de carácter técnico y especializado, que tiene entre sus objetivos la promoción del bienestar económico y social de los países iberoamericanos, promueve la colaboración con las autoridades e instituciones públicas en el diseño, desarrollo de políticas de protección y cohesión social avanzadas, adaptadas a los efectos del cambio climático en sus distintas dimensiones.
Además, como agente activo en la prevención de riesgos y la salud laboral, es consciente de todas las repercusiones que se derivan del cambio climático en la actividad económica y laboral, en el empleo y en la salud que se manifiestan con mayor intensidad en determinados sectores y colectivos especialmente expuestos, dada la propia estructura socioeconómica de la región.
Así, en lo que se refiere a las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, como señala la III Estrategia Iberoamericana de Seguridad y Salud en el Trabajo (EISST) impulsada por la OISS, es necesario reforzar las políticas de seguridad y salud en el trabajo, incorporando la dimensión climática en las mismas desde una visión participada, con programas y acciones de divulgación preventiva, y actividades de sensibilización y concienciación sobre los riesgos del calentamiento global, todo ello en colaboración con los agentes sociales e institucionales, públicos y privados, y en el marco del diálogo social tripartito, para avanzar hacia una transición ecológica justa en los países iberoamericanos.